Una mañana de BTT y buena compañia de las que gustan y se agradecen. Dudé si asistir, ya que me levanté jodido con la garganta, pero decidí que más valia arrepentirse de haber ido (cosa imposible) que no estar maldiciendome en casa por no haber pasado una mañana tan agradable como la que pasé.
2 horas y media de pedaleo para acabar almorzando en l'Anzina, que os muy recomendable. Se come bien, pero lo mejor de la mañana fue la compañia y las risas que siempre están aseguradas con tan buena gente.
Hay que repetir, que es la época para hacer este tipo de salidas.
