Seguimos el camino y en Ripollet se le vuelve a caer, Juanfra ya pensaba en volverse pero insistimos en buscar una solución, después de algún intento fallido con una brida una arandela que encontramos y que estábamos recortando, etc… al final Conde (de nuevo él) saca la arandela de la cámara de recambio y vemos que va perfecta para que el tornillo deje de dar vueltas (genial).
En la entrada a la carretera por Barbará del Vallés, nos encontramos con un jabalí (y yo no contaré que pasó, mejor ver las fotos)

Seguimos el camino sin más novedades que nuestros comentarios y al llegar a la cadena de la entrada al Puig de la Creu, miro la hora y yo digo que me vuelvo, que ellos sigan pero que yo no podía llegar tarde ese día.
Al final, ni se lo piensan, y todos deciden volverse conmigo, bajamos la montaña y excepto la caída de José en una de las curvas que tuvo que ser asistido por nuestro enfermero Santako (sin más importancia que un pequeño corte en la cara y el golpe en la rodilla) todo fue bien.
La vuelta la hicimos por la variante de Santiga que es más durilla que por el río y ya nos iba bien.
El final en la china con la cervecita, donde nos encontramos con la agradable sorpresa de que Pedro y David (aquilinator) estaban allí, me tomo una rápida y me voy con prisas mientras el resto se lo sigue pasando en grande con una compañía de lo mejor.



















