Llibert Mill Non Stop. Crónica de un abandono
Publicado: Dom May 11, 2014 6:45 pm
Esta vez hago una nueva crónica de un fracaso, lo cual no es fácil. Tenía ilusión por completar las tres pruebas de la recién inaugurada Copa Catalana de Ultramaratones que organiza la Federació Catalana de Ciclisme y Pedales del Mundo. Realicé la primera con dificultades pero con éxito, la Pedals del Cister Non Stop y ahora tocaba la Llibert Mill Non Stop.
El día amaneció nublado, perfecto para la calurosa temperatura que esperábamos. Se dio la salida a las 7 en punto en Pontons, Alt Penedés, un pueblo que no llega a los 500 habitantes y que se recorre en menos de 10 minutos a pie. Al frente de esta aventura, el incombustible Pep Vega, un apasionado de la bici quién además ha hecho de ello su profesión, organizando rutas por lo ancho de nuestra geografía.
El día antes me presento al briefing, en la plaza del pueblo y en familia, Llibert Mill, ganador de 4 Pedals de Foc Non Stop, nos cuenta los pormenores de la ruta que él mismo ha diseñado. Luego nos hacemos juntos una foto de familia y es que en esto de los ultramaratones parece que siempre nos juntamos los mismos, algunos nos conocemos y saludamos, con muchos nos saludamos sin conocer nuestro nombre pero nos hemos cruzado en más de una ocasión.
A última hora cogí una habitación en un hostal para no madrugar demasiado y lo tenía a 50 metros de la salida, un chollo. En esta ocasión se da la salida de día, un lujo, y con buena temperatura, salgo casi en primera línea entre los 240 inscritos pero ya de primeras nos meten por un subidón importante y mis piernas empiezan mal, muy mal, con un fuerte dolor, así que termino la subida a pie mientras me pasan como 100. En la segunda subida me paro para estirar mis maltrechos cuádriceps pues no soporto el dolor y allí me acaban de pasar el resto. Un desastre, acabo de empezar y ya voy el último.
Después de estirar veo que me encuentro mejor y veo con otra cara el día, sigo a mi ritmo y alcanzo a algunos participantes, adelanto a Noe, quien me asegura que se mantendrá lejos de mí y hoy no me romperá nada. Las subidas son imponentes y no hay tiempo para el descanso, cuando el terreno deja de inclinarse mucho, el recorrido nos mete por senderos donde uno no puede ganar mucho a la media de velocidad, en las bajadas el dedo fracturado no me permite muchas alegrías pero poco a poco veo que mi ritmo en las subidas, donde se marcan las diferencias, no es el mío y que hoy no voy a poder completar la ruta sin mucho sufrimiento.
Pasan los kilómetros y ya doy por hecho que esta temporada se me ha cruzado y que debo tomar la decisión de darme de baja de la Pedals de Foc Non Stop. No estoy a la altura de un reto de esta envergadura si no puedo con 140 km y 3.500 de desnivel positivo. La cabeza me da vueltas, recorro mentalmente todas las semanas de preparación desde el mes de diciembre y tomo una decisión. Esto es un paréntesis, un mal día y punto. Tengo mes y medio para preparar a conciencia la Pedals de Foc y por en medio la Transcatalunya para disfrutarla y que me permitirá tener una buena medida de mi estado real.
Así, que entre muchas deliberaciones tomo la decisión de abandonar en Pontons, en el Km 55 tras el primer bucle de la carrera y hacer un borrón y cuenta nueva. Una cuenta que debe llevarme en las próximas semanas a sumar buenas sensaciones, a forzar el ritmo en mis salidas entre semana y a poner mis ilusiones en recuperar esa frescura que aunque con esfuerzo hacen que terminar una ultramaratón valga la pena.
No soy, ni pretendo ser alguien que bata records, ya tengo una edad y mi objetivo siempre estar en dar lo mejor, disfrutando de lo que hago, sufriendo sí, pero con cabeza, llegar por llegar no es suficiente, hay que hacerlo de manera que la balanza se incline hacia el “ha valido la pena”. Y hoy no se daban las circunstancias. Puedo poner algunas excusas, mi dedo enyesado no me ha dado facilidades, no he podido desayunar nada, llevo unas semanas que puedo salir a entrenar, y me sobre entreno, mientras que en la siguiente, por trabajo, no puedo tocar la bici, la única salida larga que he podido hacer fue la semana pasada subiendo al Turó de l’Home después de una semana muy cansada, etc. Pero eso son solo excusas que no me valen.
Inicio un nuevo periodo donde espero compartir y disfrutar con muchos Btteros la Transcatalunya, dentro de 1 mes. Solo por el hecho de poder compartir con vosotros esa experiencia ya me pongo las pilas. Aunque venga el mismísimo amo de la ruta, alias Sergio Carbono, me va a tener pegado a su rueda como mosca cojonera todo el tiempo. Allí no valdrán excusas si todos podemos completar el reto y reírnos con cerveza a la llegada. Y aún me faltan algunos para inscribirse, ¿AMCROUS? ¿Isie7e? ¿ war-e? ¿Aquilinator? … ¿Carbono!?
Por cierto, tengo que agradecer a Pedales del Mundo y más concretamente a Pep Vega, quien me llamó para interesarse por mi estado y para saber si me encontraba bien después del abandono. Lo dicho, es un placer formar parte de la familia de estos locos que nos dedicamos a la larga distancia por montaña más si Pedales del Mundo lo organiza.
Otra crónica es la del paisaje, para mí con igual valor al esfuerzo y aquí debo decir que es espectacular, muchos kilómetros sin divisar ninguna población, bosques que se intercalan con campos de trigo y muchas viñas, para los entendidos en vino, una oportunidad de reconocerlas especies de uva que por allí crecen, y que son variadas. Pistas pedregosas, senderos limpios por entre el bosque se van enlazando con alguna zona técnica y buenas subidas. Muchas masías abandonadas, pero una naturaleza que no deja indiferente, una gozada si uno no va con la reserva puesta!
El día amaneció nublado, perfecto para la calurosa temperatura que esperábamos. Se dio la salida a las 7 en punto en Pontons, Alt Penedés, un pueblo que no llega a los 500 habitantes y que se recorre en menos de 10 minutos a pie. Al frente de esta aventura, el incombustible Pep Vega, un apasionado de la bici quién además ha hecho de ello su profesión, organizando rutas por lo ancho de nuestra geografía.
El día antes me presento al briefing, en la plaza del pueblo y en familia, Llibert Mill, ganador de 4 Pedals de Foc Non Stop, nos cuenta los pormenores de la ruta que él mismo ha diseñado. Luego nos hacemos juntos una foto de familia y es que en esto de los ultramaratones parece que siempre nos juntamos los mismos, algunos nos conocemos y saludamos, con muchos nos saludamos sin conocer nuestro nombre pero nos hemos cruzado en más de una ocasión.
A última hora cogí una habitación en un hostal para no madrugar demasiado y lo tenía a 50 metros de la salida, un chollo. En esta ocasión se da la salida de día, un lujo, y con buena temperatura, salgo casi en primera línea entre los 240 inscritos pero ya de primeras nos meten por un subidón importante y mis piernas empiezan mal, muy mal, con un fuerte dolor, así que termino la subida a pie mientras me pasan como 100. En la segunda subida me paro para estirar mis maltrechos cuádriceps pues no soporto el dolor y allí me acaban de pasar el resto. Un desastre, acabo de empezar y ya voy el último.
Después de estirar veo que me encuentro mejor y veo con otra cara el día, sigo a mi ritmo y alcanzo a algunos participantes, adelanto a Noe, quien me asegura que se mantendrá lejos de mí y hoy no me romperá nada. Las subidas son imponentes y no hay tiempo para el descanso, cuando el terreno deja de inclinarse mucho, el recorrido nos mete por senderos donde uno no puede ganar mucho a la media de velocidad, en las bajadas el dedo fracturado no me permite muchas alegrías pero poco a poco veo que mi ritmo en las subidas, donde se marcan las diferencias, no es el mío y que hoy no voy a poder completar la ruta sin mucho sufrimiento.
Pasan los kilómetros y ya doy por hecho que esta temporada se me ha cruzado y que debo tomar la decisión de darme de baja de la Pedals de Foc Non Stop. No estoy a la altura de un reto de esta envergadura si no puedo con 140 km y 3.500 de desnivel positivo. La cabeza me da vueltas, recorro mentalmente todas las semanas de preparación desde el mes de diciembre y tomo una decisión. Esto es un paréntesis, un mal día y punto. Tengo mes y medio para preparar a conciencia la Pedals de Foc y por en medio la Transcatalunya para disfrutarla y que me permitirá tener una buena medida de mi estado real.
Así, que entre muchas deliberaciones tomo la decisión de abandonar en Pontons, en el Km 55 tras el primer bucle de la carrera y hacer un borrón y cuenta nueva. Una cuenta que debe llevarme en las próximas semanas a sumar buenas sensaciones, a forzar el ritmo en mis salidas entre semana y a poner mis ilusiones en recuperar esa frescura que aunque con esfuerzo hacen que terminar una ultramaratón valga la pena.
No soy, ni pretendo ser alguien que bata records, ya tengo una edad y mi objetivo siempre estar en dar lo mejor, disfrutando de lo que hago, sufriendo sí, pero con cabeza, llegar por llegar no es suficiente, hay que hacerlo de manera que la balanza se incline hacia el “ha valido la pena”. Y hoy no se daban las circunstancias. Puedo poner algunas excusas, mi dedo enyesado no me ha dado facilidades, no he podido desayunar nada, llevo unas semanas que puedo salir a entrenar, y me sobre entreno, mientras que en la siguiente, por trabajo, no puedo tocar la bici, la única salida larga que he podido hacer fue la semana pasada subiendo al Turó de l’Home después de una semana muy cansada, etc. Pero eso son solo excusas que no me valen.
Inicio un nuevo periodo donde espero compartir y disfrutar con muchos Btteros la Transcatalunya, dentro de 1 mes. Solo por el hecho de poder compartir con vosotros esa experiencia ya me pongo las pilas. Aunque venga el mismísimo amo de la ruta, alias Sergio Carbono, me va a tener pegado a su rueda como mosca cojonera todo el tiempo. Allí no valdrán excusas si todos podemos completar el reto y reírnos con cerveza a la llegada. Y aún me faltan algunos para inscribirse, ¿AMCROUS? ¿Isie7e? ¿ war-e? ¿Aquilinator? … ¿Carbono!?
Por cierto, tengo que agradecer a Pedales del Mundo y más concretamente a Pep Vega, quien me llamó para interesarse por mi estado y para saber si me encontraba bien después del abandono. Lo dicho, es un placer formar parte de la familia de estos locos que nos dedicamos a la larga distancia por montaña más si Pedales del Mundo lo organiza.
Otra crónica es la del paisaje, para mí con igual valor al esfuerzo y aquí debo decir que es espectacular, muchos kilómetros sin divisar ninguna población, bosques que se intercalan con campos de trigo y muchas viñas, para los entendidos en vino, una oportunidad de reconocerlas especies de uva que por allí crecen, y que son variadas. Pistas pedregosas, senderos limpios por entre el bosque se van enlazando con alguna zona técnica y buenas subidas. Muchas masías abandonadas, pero una naturaleza que no deja indiferente, una gozada si uno no va con la reserva puesta!